En este 2022, un nuevo paradigma se está gestando en el mundo: la naturaleza reclama su papel en la economía y nos da un ultimátum, el momento de respetar los límites naturales del planeta tierra tiene que ser ahora. Los espacios protegidos y conservados son la base de la economía de cualquier país, y si no se cuidan, no tenemos economía.
Invertir en conservación
Invertir en la conservación de la naturaleza es fundamental; Los beneficios van más allá de lo económico y abarcan desde “la lucha contra el cambio climático, la salud de las personas, la fijación de población en zonas despobladas o la preservación de la cultura”. La naturaleza proporciona a la humanidad materia prima para crear bienes y servicios indispensables.
“La conservación de la naturaleza se empieza a entender como un problema también financiero al que es necesario dedicar recursos, y esta es la razón de que se incrementen los fondos de inversión de capital privado cuyo objeto es la financiación de actividades de conservación, un proceso que sin duda veremos aumentar”, expresa Concha Iglesias, socia líder de sostenibilidad y cambio climático de Deloitte España.
La transformación es ahora, y juntos, seremos parte de ella